@ todos que todavía apoyan a mis padres

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Dado que he recibido mucho más apoyo de extraños de Internet que conocí a través de Twitter, Facebook, e Instagram que de cualquier persona relacionada conmigo desde que comencé a hablar públicamente sobre ser sobreviviente de abuso infantil hace un mes, decidí escribir una serie de publicaciones para mi blog dirigidas a todos los que todavía apoyan a mis padres. Traducí este articulo al español para que los mexicanos puedan leerlo también.

Entonces, primero... Mi padre es un tipo de narcisista agresivo, exigente, y hostil que yo describiría como la versión india de Donald Trump. Las discusiones con él son como los debates presidenciales de 2016 entre Trump y Hillary Clinton, que son dolorosos de ver si entiendes el inglés. Trump se conoce como el presidente peor de la historia entera de los EEUU, una pesadilla por todos, pero vivir bajo la presidencia de Trump durante cuatro años no es nada en comparación con vivir con él.

Mientras tanto, mi madre es diferente y mucho más insidiosa; yo la caracterizaría como una narcisista encubierta. Ella parece super amable, cariñosa, carismática, inteligente, trabajadora, generosa, etcétera... Bueno, diré que es trabajadora por seguro. Hizo un esfuerzo increíble para engañarme, derribar mi autoestima, y enfrentarnos a mí y a mi hermana desde que éramos niñas pequeñas para que tuviéramos resentimiento mutuo en lugar de solidaridad y nunca pudiéramos unirnos contra nuestros padres.

Dado que casi todos mis parientes en ambos lados de mi familia me bloquearon en Facebook hace un mes después de que publiqué el cuento de cómo mis padres me robaron $10,000 USD o 200,000 pesos cuando tenía 17 años, asumo que mis padres me llamaron mentirosa tóxica y convencieron a todos de que en realidad, ellos son mis victimas.  Ya no me siento herida por esto, solo decepcionada con todos los que, en lugar de escuchar mi versión de la historia, automáticamente pusieron toda su fe en un par de presuntos abusadores de niñas.

Estoy 99% segura de que mis padres les han dicho a todos que la razón por la que los he estado acusando de abuso y actuando de esta manera es que estoy maníaca debido a que no tomo mis medicamentos para el trastorno bipolar. Bueno, ni siquiera soy bipolar. Simplemente tengo una desregulación emocional extrema como respuesta al trauma y tiendo a entrar en un estado parecido a la manía cuando me disocio emocionalmente como otra respuesta al trauma.

Si eres un pariente o amigo de la familia, probablemente me recuerdes como una persona callada, desconcentrada, y reacia a participar en conversaciones. Bueno, mi tendencia de actuar como si estoy en una nube es el resultado de soñar despierto desadaptativo junto con la disociación, y mi timidez es (o, más exactamente, era; después de mudarme de la casa de mis padres y liberarme de su luz de gas, me volví sorprendentemente extrovertida y habladora) el resultado de la baja autoestima causada por la negligencia emocional en mi primera infancia. De hecho, mis padres hicieron que mi autoestima fuera tan baja que desarrollé un trastorno de personalidad basado en lo poco que tenía.

Si mis padres son tan perfectos como todos creen que son, entonces, ¿cómo terminé con todos los rasgos del trastorno histriónico y el trastorno límite de la personalidad, ambos de los cuales son causados ​​por el trauma infantil, junto con un estilo de apego desorganizodo y una tendencia a disociarme en respuesta al estrés o al dolor emocional? ¿Por qué tengo una disfunción ejecutiva tan severa que cumplo con todos los criterios de TDAH de tipo inatento a pesar de no tenerlo, según la psicóloga que me realizó pruebas neuropsicológicas en 2019? (Te diré la razón: Es porque una vida de abuso emocional y gaslighting me hizo tener casi ninguna función ejecutiva, una respuesta muy común al trauma complejo).

Dado que el abuso emocional y el control coercitivo son perfectamente legales en el estado de Massachusetts (aparentemente, solo el abuso físico y sexual se consideran delitos allí), mis padres nunca serán más que presuntos abusadores. No puedo llevarlos a juicio y hacer que un juez dictamine que estoy diciendo la verdad. Pero entre las edades de 12 y 20, trabajé con muchos psicólogos y psiquiatras que fueron testigos de lo que deberían haberse dado cuenta de que eran todos los signos clásicos del trauma complejo (solo puedo suponer que el abuso y el TEPTC no se discutieron en sus conferencias universitarias mientras estaban entrenando para sus licencias) y podrán testificar a mi favor si es necesario.

Creer lo que digan mis padres se refleja mucho más en tu moralidad, tu capacidad para defender lo que es correcto, y cómo crees que se debe tratar a los sobrevivientes cuando hablan de sus experiencias de abuso, que refleja en la verosimilitud de mi historia. Si todavía piensas que solo estoy teniendo un episodio maníaco o inventando esto para ganancia financiera, todo lo que quiero que hagas es pensar largo y tendido sobre si puedes justificar ponerte del lado de un presunto abusador de niñas cuando cierras tus ojos por la noche.